Redadas en Los Ángeles rompen a familia de jornalero detenido por ICE
Su compañera pide ayuda para enfrentar los gastos de la defensa legal y al quedarse sin el proveedor principal del hogar
Fidel Serrano Pérez es separado de su familia tras ser arrestado por el ICE. Crédito: Dulce Camacho | Cortesía
La mañana del sábado 7 de junio, Dulce Camacho se levantó queriendo gritar de la desesperación porque su compañero y padre de sus dos hijas, fue una de las víctimas de la redada que el Servicio de Migración y Aduanas (ICE) realizó un día antes afuera de la tienda Home Depot en el centro de Los Ángeles.
“Me siento devastada, tratando de mantenerme fuerte por nuestras hijas. Nuestro mundo ha sido puesto de cabeza”, dice Dulce, quien con el arresto de su compañero, revive lo que sucedió cuando tenía 14 años y deportaron a su papá.
“Él nunca pudo regresar a Estados Unidos”, dice esta madre de 33 años.
Su compañero, Fidel Serrano Pérez, un jornalero de 43 años, fue arrestado afuera del Home Depot, el viernes 6 de junio.
“Él buscaba trabajo todos los días en Home Depot cuando no tenía proyectos, pero esa mañana acababa de lavar el carro, y cuando intentó salir por la calle, lo rodearon los agentes de migración; fue como si ya anduvieran detrás de él”.

Al principio, cuenta que Fidel no les abrió la ventana a los oficiales del ICE, quienes se acercaron súper agresivos con escopeta en mano, exigiendo que se bajara del auto o le iban a quebrar el cristal de la ventana.
“Él les dijo que conocía sus derechos, y se resistió. Cuando se le acercó un oficial y en un tono más tranquilo, le pidió bajar, Fidel obedeció y ahí fue cuando lo arrestaron”.
Minutos más tarde, Dulce recibió una llamada telefónica de un oficial del ICE que le informó que su pareja había sido detenida, y le pedía que fuera a recoger el carro.
“Ese oficial fue muy amable conmigo. A diferencia de lo mal que trataron a Fidel”.
Dulce y Fidel viven en el barrio de Koreatown en Los Ángeles junto a sus dos niñas de 10 y 4 años.
“Él es de Melchor Ocampo, un pueblo en el estado de México. Lleva viviendo en el país 13 años”, dice Dulce.
Y agrega que su compañero es un hombre súper noble y responsable, y un papá muy consentidor con sus hijas.
“Yo tengo un pequeño negocio de repostería, y cuándo él no está trabajando como jornalero, me ayuda bastante”.
Dijo que hasta donde ella sabe, su esposo no tiene antecedentes penales ni órdenes de deportación, y cuando ha recibido alguna multa de tráfico la ha pagado de inmediato.

A Fidel lo arrestaron alrededor de las 8:30 de la mañana. Dulce esperó más de cuatro horas en el Centro de Detención del ICE en el centro de Los Ángeles para poder verlo el mismo viernes 6 de julio.
“Pude hablar con él a través de un cristal durante diez minutos. Tenía los ojos llorosos. Estaba triste. Me dijo que hacía mucho frío ahí dentro. Le pregunté si le habían dado de comer, y me dijo que nada”.
También le reveló que había firmado unos papeles, pero de lo aturdido que estaba, no se dio cuenta de que eran.
“Parecen que eran unos papeles para ver al juez más rápido. Yo toda asustada, le dije que no debía firmar nada, porque qué tal si le hacen firmar la deportación”.
Dulce confesó que su mayor miedo es que el ICE desaparezca a su esposo, y no saber a dónde lo lleven.
Aunque ella es ciudadana estadounidense de nacimiento, no se había casado ni hecho ninguna petición de residencia para Fidel, por miedo a que lo metieran en el sistema de migración, y corriera riesgo de deportación.
“Tampoco él había querido sacar su licencia bajo la ley AB 60 (la ley de California que permite a los inmigrantes indocumentados obtener una licencia de manejo)”.
De momento, dijo que no ha consultado el caso con ningún abogado porque está en shock, procesando todo lo que ha pasado y la mejor manera de ayudar a Fidel.
“Es desesperante. Están separando familias, y te quiebran emocionalmente”.
Comentó que lo más difícil ha sido explicarle sobre todo a su hija mayor de 10 años, que a su papá se lo ha llevado la Migra.
“Me ha ayudado mucho que su tía se las llevó a su casa y se van a entretener este fin de semana jugando con sus primas”.
Mientras Dulce averigua cómo darle asistencia legal a Fidel, prepara los pasteles de su repostería @dreambakeryllc un negocio, que aún con su pena, no puede dejar de atender, porque de la noche a la mañana se ha quedado con todos los gastos encima”
“De pura renta pagamos $2,750 dólares por un departamento de dos recámaras”.
Dulce abrió la cuenta Donate to Dulce & Daughters After ICE Raid en el sitio GoFundMe.
“Estamos enfrentando muchos desafíos inesperados: cobros legales, la posibilidad de pagar una fianza y la necesidad real de reubicarnos. Encima de todo esto, el costo de vida se ha vuelto abrumador sin Fidel aquí para apoyarnos”, dijo esta joven madre.
Agregó que normalmente ellos son quienes apoyan y donan a otros, y es muy duro pedir ayuda, pero se ha atrevido a abrir esta campaña de recolección de fondos por lo apremiante de su situación.
“Con toda humildad estoy pidiendo ayuda, ya sea para pagar por la defensa legal de Fidel, gastos de mudanza a un departamento más pequeño, o simplemente salir a flote. Cada donación, por pequeña que sea, significa mucho para nosotros en estos tiempos increíblemente difíciles”.