Denuncian que quieren dejar a niñas latinas sin campo de fútbol
Acusan al LAUSD de aumentarles la cuota para obligarlos a desalojar; y alquilar el espacio a clubes de barrios adinerados
Athena de 10 años, miembro del Downtown Soccer Club lanza la pelota. Crédito: Chamba Sánchez | Cortesía
Las niñas y niños latinos que juegan fútbol soccer en el campo de la John H. Liechty Middle School en el área Pico-Union de Los Ángeles, se encuentran en riesgo de quedarse sin el espacio en el que han jugado desde hace diez años, debido a que el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) les quiere aumentar la la renta, a un nivel que los padres, en su mayoría de bajos ingresos, no pueden pagar.
“Durante los últimos diez años, mediante el Mandato del Centro Cívico, aprobado por el Departamento de Educación del Estado de California, el LAUSD nos ha permitido jugar en este campo”, explica Mick Muhlfriendel, presidente del Downtown Soccer Club y entrenador de fútbol de dos equipos de niñas entre los 6 y los 18 años.
Detalló que el Mandato del Centro Cívico establece que las instalaciones propiedad de escuelas públicas de California deben ser permitidas a organizaciones comunitarias locales a una tarifa de costo, lo que significa que solo pueden cobrar lo que les cuesta operar el campo.
“De esta manera las hacen disponibles a niños de comunidades marginadas, como son casi todos los niños de nuestro club, menores hispanos del centro y del centro-sur de Los Ángeles”.
Pero a principios de este año, el personal de la División de Servicios de Instalaciones del LAUSD, les informó que dejarían de otorgar permisos bajo el Mandato del Centro Cívico y solo darían arrendamientos, que cuestan aproximadamente cuatro veces más.
“La mayoría de nuestras niñas, no pagan nada por jugar. Todo lo que hacemos en las oficinas es recibir subvenciones de Nike, de ciudadanos locales y de algunas organizaciones de California”.

Así que dice que no tienen el dinero para pagar las cuotas de arrendamiento.
“Lo que está haciendo el Departamento de Instalaciones del LAUSD es quitarles los campos a los niños de la comunidad y dárselos a clubes de fútbol más ricos de Pasadena, Long Beach o Redondo Beach que cobran entre $3,000 y $4,000 al año”.
Por tanto, acusa al LAUSD de echar a los jóvenes hispanos, para dejar que los clubes ricos entren y se apoderen de los campos.
“Al final del mes, el 30 de junio, no tendremos a dónde ir. Hemos ido a las reuniones de la junta escolar y hemos presentado nuestro caso, diciéndoles que esto es un mandato emitido por el Departamento de Educación de California, financiado por los contribuyentes”.
Dice que el LAUSD se ha movido sigilosamente de tal manera que nadie sepa que están perjudicando a la comunidad porque son varios clubes.
“Estas son escuelas públicas, no privadas.Ningún niño ni niña de nuestro club podrá pagar las exorbitantes cuotas que cobran los clubes de fútbol de esta ciudad. Nuestro club ha crecido hasta contar con más de 500 jugadores jóvenes y posee los equipos más grandes de latinas”.
Añade que muchas de sus jugadoras latinas han asistido a la universidad con becas completas de fútbol para jugar en primera y segunda división.
En el fondo de este conflicto, dice que el LAUSD quiere dinero.
“Y son muy francos al respecto. Dicen: ‘Necesitamos ganar más dinero con nuestros campos’, y la única manera de lograrlo es trayendo a jóvenes de fuera del distrito escolar, que viven en ciudades mucho más ricas, y tienen para pagar lo que nuestros padres no pueden pagar”.
Dice que en la actualidad pagan $50 por hora, pero ahora les quieren cobrar $150.
El Departamento de Facultades del LAUSD notificó recientemente al Club de Fútbol del Centro de Los Ángeles que, a partir del 30 de junio, deberá desalojar la Escuela Intermedia John H. Liechty, ubicada en Wilshire y Union en Los Ángeles.
De esta manera, el LAUSD puede ceder el campo a un equipo masculino del Surf Soccer Club, que actualmente reside en el área de La Cañada/Pasadena, por la sencilla razón de que dicho club ha acordado pagar un permiso al precio de arrendamiento.
El coach hizo hincapié en que todos los jugadores de fútbol de sus equipos son estudiantes del LAUSD.

¿Cómo ha ayudado el fútbol a estas niñas y niños latinos que vienen de comunidades vulnerables?
“Les da un lugar para jugar un deporte que les encanta. Los mantiene alejados de la calle, y muchos de nuestros muchachos y muchachas han conseguido becas para jugar y asistir a grandes universidades.
“Un par de nuestras chicas jugaron en la selección nacional salvadoreña y en equipos profesionales en España. Tenemos chicos que juegan en equipos profesionales en México. Nunca habrían desarrollado esa habilidad ni habrían tenido la oportunidad si no hubieran entrenado con el Downtown Soccer Club.
“Muchos de esos chicos y chicas regresan y entrenan a los menores de su comunidad”.
Dice que al hablar con la gente del LAUSD, les han dicho que tal vez dejarán que las chicas se queden, pero los chicos deberán irse.
“Yo dije. No, no, somos un club. No vamos a decirles a los chicos, no pueden practicar”.
En lo que toca a las niñas, dice que su club es el que más niñas hispanas tiene en Los Ángeles.
“Casi 200. Además de jugar, se han hecho amigas, y no andan en la calle”.
La Opinión consultó al LAUSD sobre el tema, pero de momento no ha habido una respuesta para conocer su reacción ante la denuncia planteada.
El Downtown Soccer Club tiene una larga trayectoria brindando oportunidades de jugar al fútbol a niñas y niños latinos. La decisión del LAUSD pone en grave riesgo el futuro del Downtown LA Soccer Club, de acuerdo al coach Muhlfriendel.
Amada Natividad, quien tiene a su cargo la crianza de los seis hijos de su hermana, tres niñas y tres niños, entre los once y cinco años, y viven en el sur de Los Ángeles, dijo que el Downtown Soccer Club, es una gran ayuda para su familia porque los aleja de las pandillas que son una tentación en el barrio.
“Nos ha ayudado a mantener la unidad familiar, y dado un sentido de pertenencia; les ha enseñado el respeto, a relacionarse y enfocarse”, comentó.
“Los seis niños son afrolatinos y les encanta el fútbol. Las niñas, en especial, han aprendido que pueden lograr lo que se propongan y que nadie las para; pero en general, el fútbol les permite no estar encerrados, ser muy activos, no sufrir de depresión”.
Dice que lo más importante es que tras varios años, practicando el fútbol, este deporte es algo que ya nadie les puede arrebatar.
“Por eso lamento que nos quieran cobrar más por el espacio y que prácticamente nos estén desalojando. En otros lugares, los costos son altísimos, nos quedaría más lejos y con el tráfico que hay en Los Ángeles, no me quiero imaginar”.