Toque de queda en el centro de Los Ángeles
Arrestarán a quien viole la orden que se podría extender por varios días
Karen Bass, alcaldesa de la ciudad de LA. Crédito: EFE | EFE
Mientras que la alcaldesa de Los Ángeles Karen Bass anunció un toque de queda de 8 p.m. a 6 a.m. en una sección de una milla cuadrada del centro de Los Ángeles, que entró en vigor desde la noche del martes, decenas de presuntos manifestantes contra la agenda migratoria del presidente Donald Trump y las redadas de ICE desobedecieron una orden de dispersarse, lanzaron botellas de agua y piedras a los agentes de la Guardia Nacional de California.
Como respuesta, los agentes respondieron con disparos de balas de goma y gas lacrimógeno.
Hasta el martes, el LAPD ha efectuado 197 arrestos desde que comenzaron las protestas el viernes. La mayoría de los casos han sido por no obedecer las órdenes de dispersión.

El toque de queda
El toque de queda estará vigente entre la autopista Golden State (5) y la autopista Harbor (110) y desde la autopista Santa Mónica (10) hasta la intersección de Arroyo Seco (110) Parkway y la Golden State, declaró Bass durante una conferencia de prensa.
“Si no vive o trabaja en el centro de Los Ángeles, evite la zona”, advirtió la alcaldesa.
“Las autoridades arrestarán a quienes incumplan el toque de queda y serán procesados”, declaró.
La excepción “limitada” de la regla serán los residentes del área, personas que viajan y/o trabajan en esa zona céntrica de la ciudad, además de los medios de comunicación acreditados.
Bass dijo que se evaluará el miércoles si el toque de queda seguirá los siguientes días.

Manifestantes agresivos
“¡No hate! ¡No fear! Immigrants are welcome here!” [“¡No odio! ¡No miedo! ¡Los inmigrantes son bienvenidos aquí!”. “¡The people united will never be defeated!” [“La gente unida, jamás será vencida”, gritaron inicialmente durante la protesta pacífica frente al Centro Metropolitano de Detención, en las calles Alameda y Aliso.
En el quinto día de protestas, la tensa calma que se vivía por la mañana se convirtió luego en un caos al mediodía.
Primero, un aviso para que los manifestantes despejaran el área de entrada de vehículos federales al edificio. Todos obedecieron.
Minutos más tarde vino la orden de dispersión.
Presuntos agitadores profesionales lanzaron botellas de agua y piedras a las autoridades del orden. Estaban escondidos detrás de los defensores de los inmigrantes.
De inmediato, elementos de la Guardia Nacional de California, agentes de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) se abalanzaron sobre la gente que corrió despavorida. En el segundo piso del edificio estaba apostado un francotirador.

Muchos no podían respirar. Otros se tallaban los ojos. Algunos más querían vomitar el gas que penetró hasta sus pulmones. En su camino estaban apostados cientos de policías del LAPD. No les permitieron huir al norte de la calle Alameda ni a la calle Aliso. Los retornaban al sitio donde habían sido desplazados.
Juan Castañeda, un mexicano americano de 30 años fue alcanzado por dos disparos: uno en la pantorrilla izquierda y otro en el pecho, a la altura del omóplato.
“Estos miserables atacan a todos. Ellos no tienen nada que hacer en Los Ángeles. Solamente han venido a crear caos”, dijo Castañeda, quien trabaja en un restaurante de la ciudad de Cypress.
“En esta misma pinc*e cárcel estuvo mi hermano, a quien deportaron hace 10 años”, agregó Castañeda, cuyos padres emigraron de Michoacán, México, a Estados Unidos. Él portaba un cartelón que decía: “La migra me la p*la hoy, mañana y siempre”.
Posteriormente, el LAPD emitió la orden de dispersión a los manifestantes. Los agentes también recibieron autorización para el uso de municiones “menos letales”.

Dividiendo familias
“Están deportando a personas injustamente y están metiendo miedo en las calles”, criticó Jocelyn Argueta, una mujer hondureña. “Yo no soy una maldita criminal. están deportando a personas que no tienen récord criminal y a los papás les están quitando a sus hijos. Están deshaciendo a las familias; deberían recordar que la fundación de este país está basada en la migración”.
Montadas en una camioneta y ondeando banderas de México, tres mujeres: Toni, Gennesse y Delilah, un grupo que se unió a las protestas provenientes de San Bernardino.
“Ellos están jodidamente equivocados”, dijo Toni. “Todos queremos que se vayan y dejen en paz a los inmigrantes.
Reparan daños en negocios saqueados
Generalmente pacíficas desde su inicio, las protestas derivaron en enfrentamientos violentos el lunes por la noche, saqueos, vandalismo y grafiti en numerosos edificios públicos y en 23 negocios privados.
“Son vagos y rateros profesionales que se han infiltrado entre la gente”, expresó Miguel Salgado, guardia de seguridad de una joyería ubicada por la calle Broadway. “Yo he enfrentado amenazas de muerte por evitar robos”.
Mucho después del anochecer, varias tiendas del centro fueron saqueadas. Entre ellas la tienda de zapatos Sketchers, muy cercana a la joyería donde Miguel trabaja desde hace cinco años.
Durante los disturbios, los maleantes rompieron una ventana de una tienda Apple del centro, robaron algunos artículos y pintaron grafito en los escaparates. Una tienda Adidas también fue saqueada, junto con una joyería, un par de farmacias, una zapatería y un dispensario de marihuana. Las tiendas afectadas se encuentran generalmente en una zona de Broadway y la calle Main o sus alrededores, cerca de las calles Séptima y Octava.
A una cuadra al sur, en el 207 al oeste de la calle Séptima, un guardia de seguridad vigilaba la entrada de cada cliente de CVS Pharmacy. Mientras que trabajadores de Mako Overhaed Doors reparaban las puertas vandalizadas y los cristales rotos.
“Cuando comenzaron las protestas, los dueños de la tienda decidieron proteger las ventanas con madera”, declaró Dana Patiño, empleada de una tienda de licores. “Hace años sufrimos robos durante las protestas de Black Lives Matter”.
En la zona céntrica de Los Ángeles, el vandalismo es evidente: Hay grafito en incontables negocios, en el antiguo edificio que albergaba a Los Angeles Times, en la esquina de la Calle Primera y Spring.
“Estamos evaluando los daños”, dijo el propietario de Nice Shoes, una tienda deportiva ubicada en el 620 sur de la calle Broadway, cuyos ventanales fueron cubiertos por madera.
La oficina de la alcaldesa Bass dijo a La Opinión que cuadrillas de trabajadores de distintos departamentos han sido enviados para tener una idea clara de los daños a la propiedad pública y privada.
“La alcaldesa quiere asegurar que los negocios estén protegidos a través de la instalación de un toque de queda, trabajando además con líderes religiosos”, dijo la oficina de Bass. “Nos mantenemos comprometidos para ayudar a cada negocio impactado”.
La alcaldesa no ha recibido la cuantificación los daños a negocios.
El condado vota para tomar medidas
Bajo la autoría de las supervisoras Hilda Solis y Janice Hahn, la Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles votó el martes a favor de una moción que da respuesta a una serie de acciones federales de control migratorio que comenzaron el viernes 6 de junio y han continuado durante esta semana.
Las acciones federales han resultado en la detención de personas en varios puntos del condado. Agentes federales del Servicio de Inmigracion y Control de Aduanas (ICE) han realizado operativos en varias tiendas Home Depot y en Ambiance Apparel, una tienda mayorista de ropa, donde, según informes, se utilizaron granadas aturdidoras y gas pimienta contra los manifestantes.
David Huerta, presidente del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios – Trabajadores de Servicios Unidos Oeste, se encontraba entre los detenidos. Ya fue liberado con el pago de una fianza de $50,000, pero enfrenta cargos federales por obstrucción al trabajo de un agente federal.
“Nuestras comunidades son resilientes, pero nunca deberían tener que soportar redadas militarizadas, miedo y separación”, declaró la presidenta pro tempore Solís, autora de la moción. “El Condado de Los Ángeles se mantiene unido en apoyo a nuestras familias inmigrantes. Lucharemos con acción, compasión y con todo el peso de los recursos del Condado”.
La iniciativa ordena a la Oficina de Asuntos Inmigrantes del Condado de Los Ángeles (OIA) que consulte de inmediato con organizaciones comunitarias, grupos religiosos y personas directamente afectadas para evaluar las deficiencias en la red de respuesta rápida del Condado y recomendar soluciones.
También exige que la OIA colabore con los departamentos del Condado para conectar a los residentes afectados con servicios esenciales, como atención de salud mental, beneficios públicos y apoyo laboral.
“Confío en la capacidad de nuestras fuerzas del orden locales para mantener la paz y proteger el derecho de las personas a protestar pacíficamente. El envío de la Guardia Nacional fue una extralimitación federal innecesaria que solo provocó confrontación”, declaró la supervisora Janice Hahn, coautora de la moción. “Agradecemos el liderazgo del gobernador Newsom en la defensa de la soberanía de California”.
La moción también ordena el desarrollo de guías de recursos multilingües que estarán disponibles en línea y en las instalaciones del Condado, la exploración de la difusión textual dirigida a las comunidades inmigrantes y la revisión de las propiedades públicas del Condado para prevenir su uso por parte de las agencias de inmigración.
Asimismo, la propuesta autoriza al Asesor Jurídico del Condado a apoyar la postura del Estado de California en contra de la federalización de la Guardia Nacional de California.
Juez deniega orden de restricción a California
El gobernador de California, Gavin Newsom solicitó a nombre del estado de una orden de restricción de emergencia para bloquear el despliegue de tropas adicionales de la Guardia Nacional Federal y de la Infantería de Marina de los Estados Unidos a Los Ángeles.
La petición presentada por Newsom y el fiscal estatal Rob Bonta, el lunes por la noche, fue denegada inicialmente, aunque el juez federal de Distrito de los Estados Unidos, Charles Breyer programó una audiencia para el jueves por la tarde, en el tribunal federal de San Francisco.
La demanda contra la istración de Donald Trump fue presentada el lunes por la noche.
Surgió tras la intensificación de las fuerzas militares por parte de Trump en el área de Los Ángeles, con la toma de control de 4.000 soldados de la Guardia Nacional y lo que las autoridades estatales denominan el despliegue ilegal de 700 marines para ir más allá de la simple protección de la propiedad federal.
“El gobierno federal está poniendo a las fuerzas armadas en contra de los ciudadanos estadounidenses” dijo Newsom en un comunicado. “Enviar combatientes entrenados a las calles no tiene precedentes y amenaza la esencia misma de nuestra democracia. Donald Trump se está comportando como un tirano, no como un presidente. Solicitamos al tribunal que bloquee de inmediato estas acciones ilegales”.
El lunes, Trump escribió en su plataforma Truth Social que Newsom y la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, deberían agradecerle el despliegue, afirmando que, sin él, “Los Ángeles habría quedado completamente destruida”. No dio más detalles sobre las acciones de los de la Guardia Nacional, quienes fueron desplegados principalmente alrededor de edificios federales como el Centro de Detención Metropolitano en el centro de la ciudad, en lugar de trabajar para sofocar las protestas en las calles.
En la demanda, Newsom y Bonta solicitan al tribunal que declare ilegales las órdenes de federalización de la Guardia Nacional, argumentando que:
– La federalización de la Guardia Nacional priva al estado de recursos para protegerse a sí mismo y a sus ciudadanos, y de personal de respuesta crucial en caso de una emergencia estatal;
– La orden, poco utilizada, mediante la cual el presidente puede convocar a la Guardia Nacional al servicio federal requiere el consentimiento del gobernador, algo que Newsom no tuvo la oportunidad de hacer antes de su despliegue. y
— la orden del presidente vulnera el rol de Newsom como comandante en jefe de la Guardia Nacional estatal y viola el derecho soberano del estado a controlar y disponer de su Guardia Nacional en ausencia de una invocación legal del poder federal.
La decisión de Trump de desplegar tropas en Los Ángeles en medio de las protestas por las deportaciones masivas probablemente costará 134 millones de dólares, dijo el jefe de presupuesto del Pentágono a los legisladores durante una audiencia presupuestaria el martes con Peter Brian Hegseth, quien afirmó que el presidente está imponiendo la ley y el orden.
El fiscal Rob Bonta afirmoo, por su parte, que la orden de Trump “intenta usurpar la autoridad estatal”.
Añadió que la ley citada por Trump solo se ha invocado por sí sola una vez antes, cuando el entonces presidente Richard Nixon llamó a la Guardia Nacional para repartir el correo durante la huelga del Servicio Postal de 1970.
También es la primera vez desde 1965, -cuando el presidente Lyndon Johnson envió tropas a Alabama para proteger a los manifestantes por los derechos civiles- que un presidente activa la Guardia Nacional de un estado sin una solicitud del gobernador de este, afirmó Bonta.
El domingo, Tom Homan, director interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos hizo comentarios que sugerían que Newsom y otros funcionarios podrían ser arrestados si interfieren con las acciones federales de cumplimiento de la ley.
Posteriormente, la agencia se retractó, afirmando que Homan no amenazaba con arrestar a Newsom.
Sin embargo, el lunes, Trump declaró a los periodistas que apoyaría que Homan arrestara al gobernador. “Creo que es genial”, dijo Trump. “A Gavin le gusta la publicidad…Ha hecho un trabajo pésimo. Me cae bien Gavin Newsom, es un buen tipo, pero es tremendamente incompetente, todo el mundo lo sabe”.